Los teléfonos convencionales o fijos son dispositivos de comunicación que se utilizan en hogares, oficinas y empresas. A diferencia de los teléfonos móviles, los teléfonos fijos están conectados a la red telefónica mediante cables y no requieren de una tarjeta SIM para funcionar.
Los teléfonos fijos cuentan con numerosas ventajas, como una mayor calidad de sonido, una mayor duración de la batería y una mayor seguridad en la transmisión de datos. Además, los teléfonos fijos suelen ser más económicos que los teléfonos móviles y ofrecen una gran variedad de opciones y funciones.
En definitiva, los teléfonos fijos siguen siendo una herramienta de comunicación fundamental en la vida cotidiana de muchas personas y empresas, ya que ofrecen una gran calidad y fiabilidad en la transmisión de voz y datos.